La Justicia está de huelga
Desde hace varias semanas los Letrados de la Administración de Justicia -conocidos como LAJs- se encuentran de huelga general, derecho que les asiste y debe ser respetado.
Claro, la cuestión es que la huelga afecta de modo claro al funcionamiento diario de la administración de justicia, pues sin los LAJs casi nada se mueve, sólo los considerados servicios mínimos.
Esto no es nada que no hayamos visto antes en otros sectores, muchos defienden que las huelgas deben molestar, ya que de otro modo no sirven para nada.
Lo peor de toda esta situación es que, de fondo, siempre perdemos los mismos. Es una constante, pase lo que pase, abogados, procuradores y, por supuesto, los ciudadanos, somos los que salimos perdiendo cuando un hecho extraordinario entra en relación de un modo u otro con la administración de justicia.
Los LAJs conseguirán más o menos a resultas de la huelga, lo que es seguro es que, durante estas semanas, la inmensa mayoría de señalamientos -juicios, declaraciones, etc.- se ven suspendidas y vuelven a la cola de las agendas judiciales, con lo que se condena a los ciudadanos -y también a Letrados y procuradores- a iniciar de nuevo una espera de años, con los consiguientes perjuicios para todos.
Nada se está haciendo para preservar la ya deteriorada salud de la administración de justicia , faltan medios personales, tecnológicos, estructurales, y por supuesto, inversión, muchísima inversión económica.
Esto no va de abogados, jueces o fiscales, ni de ser de derechas, izquierdas o de centro, sino de preservar un pilar esencial para un estado de Derecho, cual es la Justicia.
Ojalá nunca tengamos que mirar atrás con nostalgia de lo que tuvimos.
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